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Ruscus aculeatus L.

 Rusco, brusco, acebillo, acebo menor, arrayán salvaje, bucharreta, escobina, pincho, jusbarda, sardonilla, verdenace, espina ratera, así hasta más de dos decenas de nombres vulgares asociados a esta especie. Nosotros para no liarnos, la llamaremos rusco.

El rusco tiene se distribuye por la Región mediterránea y prácticamente se encuentra dispersa por toda la Península Ibérica y Islas Baleares.

Habita en los bosques y bosquetes esclerófilos mediterráneos, grietas de roquedos y siempre buscando las zonas de umbría, barrancos, vaguadas, etc.

El rusco por lo general es una especie poco frecuente. Obtiene su optimo, como se ha comentado anteriormente en los pedregales calcáreos umbrísos y pedregosos cubiertos por la copas de la vegetación arbórea y arbustiva, encontrándola mas a menudo en zonas, en las zonas de ribera o cercanas. Herborizada a fecha: 12/03/2010. Leg, & Det.: Javier Díaz. 

Florece: desde el mes de diciembre o enero  hasta el mes de mayo.

LC: preocupación menor.

Usos y curiosidades: Esta planta era bien conocida por los romanos, la cual llamaban ruscus, de cuyo nombre latino, bruscus, deriva ruscus, con el que aparece esta planta en Plinio y Virgilio. Todo ello, al parecer por el debido parecido de sus hojas con las del acebo.  El epíteto específico aculeatus = proviene del adjetivo latino aculeatus, -a, -um = provisto de aguijones ó espinas, es decir un arbusto pinchudo y espinoso.

Según Dioscórides, que es considerado uno de los primeros farmacopeas de la edad media y Font Quer uno de los mejores botánicos españoles del siglo XX, los brotes tiernos de esta planta que evolucionan en la primavera son comestibles. Para ello se preparan como los espárragos. En cambio, sus atractivos frutos son tóxicos, pudiendo provocar problemas gastrointestinales.

De esta planta existen varias creencias, por lo que ha estado muy unida al mundo de la magia y de las supersticiones durante siglos, pues se le atribuía distintos poderes, de los cuales entre ellos estaba el de alejar a las tormentas y a las brujas. Uno de los usos más curiosos fue el de alejar a los ratones de zonas con alimentos, situando empalizadas de esta planta en las zonas aledañas a estos, de modo que con sus agudas espinas que aparecen en el ápice de las supuestas hojas, hiciesen retroceder a los roedores, recibiendo por ello el nombre de espina ratera, que mencionábamos al principio.

El rusco a pesar de ser una planta toxica, se trata realmente de un caso de planta medicinal, pues posee componentes con funciones vasoconstrictoras y antiinflamatorias, por lo cual es un eficaz remedio para las varices o contra las hemorroides. Entre estos compuestos esta el Rutósido, que aparece también en la planta Ruta graveolens, que hace que la sangre sea menos espesa y además puede convertir la glucosa en sorbitol. También fortalece los capilares, y puede reducir los síntomas de hemofilia. Además puede ayudar a prevenir el desagradable edema de las piernas. El Rutósido, como ácido ferúlico, puede reducir la citotoxicidad del colesterol LDL oxidado y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.

Otra de las grandes curiosidades de esta planta es la función fotosintética que se produce en los tallos y los fitocladios, que en apariencia son las hojas. Es decir, son tallos foliáceos aplanados, con la forma y función de una hoja, pero surgiendo de la axila de una hoja verdadera muy reducida, pero nada más allá de la apariencia, pues podemos considerar a la vista que son hojas, pero en realidad son simplemente tallos reducidos aplanados. 

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