Quejigo, quejiga, cajiga, rebollo, roble, roble andaluz, roble-quejigo.
El quejigo es un elemento endémico de la Península Ibérica, Portugal y el Noroeste de África. Se distribuye por el Centro, Norte, Este y Sur de la Península, extendiéndose por el Oeste hasta el Noroeste y Centro Este de Portugal.
Habita, en bosques marcescentes, a veces mixtos, en zonas lluviosas generalmente montanas, aunque suelen verse individuos dispersos por las zonas bajas fluviales.
El quejigo es un árbol mediterráneo frecuente, pero restringido a determinadas zonas, debido a la enorme deforestación a la que fue sometido, desde hace siglos de mano del humano, siendo este, uno de los elementos endémicos más emblemáticos e importantes de la comarca, donde destacan por ejemplo, las comunidades del entorno del puerto del Cerezo, en plena Sierra de Horconera, donde es herborizada. Estos forman los llamados quejigares béticos, que se distribuyen por todas las sierras béticas, formándose principalmente en zonas calcícolas de enclaves subhúmedos, donde sustituye a la encina. Fecha:30/04/2010. Leg. & Deg.: Javi Díaz.
Florece: desde el mes de Abril hasta el mes de Junio.
LC: preocupación menor.
Usos y curiosidades: El epíteto específico de faginea, fue dado por el botánico Lamarck en el año 1785, aludiendo en su relato, por el parecido con las hojas del árbol haya (Fagus sylvatica). Pero sin ir más lejos es más propio el de quejigo, que deriva del nombre latino de las agallas, “cecidium”. Las agallas son la evolución de una hoja a la cual les a picado un mosquito, reaccionando así para producir estas agallas que son unas bolas esféricas con algunos piquitos, de color marrón y de interior acolchado, del tamaño de una nuez, donde se integra la puesta del insecto.
La madera de los quejigos, a sido empleada principalmente en toda la comarca para el carboneo, siendo sustituidos en su mayoría por mares de olivar.
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