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Thymus granatensis Boiss. subsp. granatensis.

 Tomillo serpol, así se conoce a esta especie de tomillo, bien restringido a los espolones de altura.

De la etimología extraemos que el epíteto genérico thymus = valor, que deriva del griego thymon, relacionado con personas o cosas de esa virtud. Y es que hay que recordar que por ejemplo los soldados de la antigua roma, solían tener baños con agua de tomillo. En cambio el epíteto específico proviene del latín y viene a decir, que es de Granada. 

Tiene una distribución por ser un endemismo del Sur de la Península Ibérica. Ocupa las Sierras interiores de Andalucía, Murcia, Albacete y Valencia, alcanzando el Este de Cádiz y el Sur de Córdoba, en nuestras queridas sierras.

Se trata de un elemento escaso, pero que localmente es bastante frecuente. Su habitat ocupa los litosuelos, pedregales y claros de matorral sobre suelo, como no calizo. Circunscrito, al parecer tan solo al Macizo de Horconera y la Sierra de Rute, aunque aparece también en otros espolones como  la Sierra de Albayate, sugiriendo su presencia también en la Gallinera, y siendo claramente escasa en la sierra de Cabra. 

Florece: desde el mes de Mayo hasta el mes de Junio o Julio. 

LC: preocupación menor.

Usos y curiosidades: Sería de esperar que este tomillo tenga iguales propiedades, que las del tomillo vulgar o rojo, con un amplio espectro terapéutico, como:

  • Afecciones respiratorias como: el catarro, la faringitis, la gripe, la tos irritativa, el asma , la bronquitis,  
  • Afecciones digestivas como: las digestiones lentas o pesadas, las gastritis crónicas, los espasmos gastrointestinales, colitis, inapetencia, cistitis, uretritis, etc... 
  • En uso externo se usa en casos como: dermatitis, forúnculos, infecciones cutáneas. dermatomicosis, vaginitis, conjuntivitis, otitis, sinusitis, dolores reumáticos, estomatitis. dolores dentales, alopecia, úlceras. contusiones, esguinces. hematomas y quemaduras.

Las propiedades antisépticas y conservantes del tomillo eran bien conocidas por los egipcios, que lo empleaban en los embalsamamientos. En la actualidad. todavía se usa para este fin. para conservar piezas anatómicas y vegetales, así como para evitar que se enmohezcan los libros.


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