La llaman la reina de las nieves, a algunas especies de este genero.
Se distribuye por Eurasia, desde las Islas Británicas y el sur de Escandinavia hasta el Cáucaso y el Himalaya, aunque más rara en los territorios mediterráneos; naturalizada en Norteamérica. Tercio septentrional de la Península, muy localizada y escasa hacia el sur
Habita en los bosques caducifolios, hayedos, robledales, abedulares, etc.–, pinares, abetales y herbazales o matorrales de sus orlas y claros, en situaciones abiertas o protegidas, principalmente bajo clima templado, en substratos diversos, de ordinario humíferos, frescos y húmedos.
Se trata de una de las orquídeas más raras e inusuales de ver. Aparece en el encinar. Fecha: 12/05/2024. Let. & Det.: Javier Díaz.
Florece: desde el mes de abril hasta el mes de junio.
LC: preocupación menor. A nivel local, creemos considerable, que esta especie, esta en grave riesgo de desaparición debido al lugar donde se encuentra. Seria lógico realizar una pequeña actuación de recolección de semillas, para su posterior sembrado en el Jardín micológico, para su posterior trasplante al medio natural, en una zona más protegida.
Usos y curiosidades: Especie muy polimorfa, sobre todo en lo relativo su altura y al tamaño y forma de hojas y flores. Las plantas de zonas bien soleadas o muy iluminadas suelen tener más pigmentación violácea. En ocasiones se encuentran ejemplares con las flores completamente verdes, que a veces se han atribuido erróneamente a E. viridiflora.
De la etimología se extrae, que el nombre genérico de Epipactis, procede del griego επιακτις (epipaktis), nombre de una planta medicinal que era usada en la Grecia clásica. Helleborine es el epíteto especifico que proviene, al parecer por el cierto parecido de las hojas a las de los helleboros.
Una de las grandes curiosidades de las orquídeas, son los métodos utilizados para atraer a sus polinizadores. Esta especie es una de esas orquídes raras, poco usuales y además narcótica, que a llevado a varios científicos durante un largo tiempo a su estudio...
En los años 70, un científico conocido como Bell sugirió que era muy probable que estas plantas segregaban algunas sustancias alucinógenas o narcóticas, que provocaban cierta adicción sobre los polinizadores ya que pudo comprobar visualmente, como estos se desorientaban, tras despegar de las flores.
Y cierto es que estas plantas atraen a los insectos polinizadores, recompensándolos con un abundante y nutritivo néctar que es secretado en lo que se conoce como hipoquilo, o vulgarmente llamado (copa de néctar).
Este néctar principalmente contiene azucares en forma de glucosa, fructosa y sacarosa, pero también contiene, vitaminas, aminoácidos, enzimas, lípidos, antioxidantes, ácidos orgánicos y minerales.
Años mas tarde, otro científico conocido como Müller, analizó el néctar de esta orquídea y descubrió contenía cierta concentración de etanol y unas estructuras parecidas a hifas y dictamino, que durante los días calurosos, las levaduras podrían causar cierta fermentación de estos azúcares y producir el etanol. Pero una década mas tarde, varios botánicos confirmaron, que además del etanol, el néctar contenía otras sustancias estupefacientes y narcóticas como indol, oxicodona y derivados de fenol.
Con estos estudios se llego a la conclusión años después, de que este peculiar néctar, era la vía para el aumento de probabilidad de polinización, ya que después de alimentarse de este embriagador liquido, aquellos insectos embaucados, se volvían como adormilados, pasando así mas tiempo en las flores, cual echo provocaba, un considerable aumento de la posibilidad de polinización de estas curiosas y veraniegas orquídeas.
Se considera, como primera cita local.
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